México está listo para dar un paso histórico en materia de infraestructura digital con la próxima supercomputadora mexicana, un proyecto que ya comenzó a tomar forma gracias a una colaboración inédita con uno de los centros de supercómputo más avanzados del mundo. La decisión no solo busca resolver tareas que hoy tardan semanas, sino abrir una nueva etapa científica para el país.
Durante la conferencia presidencial, Jorge Luis Pérez Hernández, coordinador nacional de Infraestructura Digital, explicó que México arrancará operaciones con una sede temporal en el Barcelona Supercomputing Center (BSC), mientras se construye la supercomputadora propia. Esta estrategia permitirá iniciar trabajos urgentes sin esperar a que concluyan las instalaciones nacionales.
Barcelona: el punto de partida
El BSC fue elegido por contar con dos décadas de experiencia y una de las plataformas más potentes a nivel internacional. Ahí operan sistemas capaces de realizar hasta 314 billones de operaciones por segundo. Mientras la supercomputadora mexicana toma forma, el país se apoyará en infraestructura como MareNostrum 5 para atender tareas de análisis fiscal, aduanero, agrícola y climático.
Pérez explicó que hoy existen procesos que tardan hasta 30 días debido a las limitaciones actuales de procesamiento. Con el nuevo esquema, será posible reducir tiempos drásticamente y atender problemáticas que requieren cálculos masivos casi instantáneos.

¿Qué proyectos serán prioridad?
El primer proyecto en la lista será el desarrollo de un modelo climático nacional, una herramienta clave para mejorar pronósticos y anticipar fenómenos meteorológicos. Pero no es el único. También se trabajará en:
- análisis extensivo de imágenes satelitales para agricultura;
- modelos de lenguaje e inteligencia artificial para instituciones públicas;
- prevención de desastres;
- programas de formación avanzada para estudiantes mexicanos.
La secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz, destacó que esta colaboración impulsará a universidades, centros de investigación y especialistas que participarán directamente en el proyecto.

Una visión a largo plazo
Claudia Sheinbaum añadió que México necesita mayor capacidad de procesamiento para enfrentar desafíos científicos y ambientales. La construcción de la supercomputadora mexicana iniciará en enero de 2026 y será la más grande de América Latina una vez concluida.
El director del BSC, Mateo Valero Cortés, recordó que el supercómputo ha crecido más de 10 mil veces en los últimos 20 años y que este tipo de alianzas son clave para la soberanía tecnológica de los países.
#MañaneraDelPueblo. En el Centro de Supercomputo de Barcelona existen 1,400 personas, 1,200 de ellos investigadores. En 20 años de desarrollo han traído 600 millones de euros de empresa competitivas, informa Mateo Valero Cortes. pic.twitter.com/jmo44AABAQ
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) November 19, 2025
Lo que viene para México
La modernización digital no será inmediata, pero sí estratégica. La supercomputadora mexicana marcará un antes y un después en la manera en que el país procesa información científica, operativa y de seguridad nacional. Con su construcción, México entra de lleno a la competencia global por el supercómputo.









Si trabajas el 17 de noviembre, deberán pagarte el triple según la Ley Federal del Trabajo.
El lunes 17 de noviembre no habrá actividad financiera en el país.






