El Zócalo capitalino volvió a llenarse de color, aroma y tradición con la llegada de la Ofrenda Monumental del Día de Muertos 2025, una instalación que, como cada año, transforma el corazón de la Ciudad de México en un espacio de memoria colectiva.
En esta edición, la ofrenda celebra los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, el altar central está dedicado a Tonantzin y a 12 diosas mesoamericanas, figuras que representan la fuerza creadora, la fertilidad y la vida. Su presencia rinde tributo a la cosmovisión ancestral que concibe la muerte como una parte esencial del ciclo natural.
 
Más de 100 mil flores de cempasúchil dan forma a este monumental homenaje, elaborado por artistas, colectivos y artesanos de diferentes estados del país, quienes conjugan tradición y creatividad para mantener viva una de las expresiones culturales más emblemáticas de México.
La Mega Ofrenda del Zócalo no es solo una instalación efímera: es un acto de identidad, unión y amor por quienes nos precedieron y un recordatorio de que, en México, la muerte no se llora, se celebra.
Porque cada pétalo de cempasúchil, cada vela encendida y cada suspiro frente al altar nos recuerdan que la muerte no separa, solo transforma. En el Zócalo, los vivos y los ausentes vuelven a encontrarse, aunque sea por un instante, en el resplandor de esta ofrenda monumental.
 


















