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Édouard Manet un pintor rebelde y controvertido

Édouard Manet un pintor rebelde y controvertido
Édouard Manet un pintor rebelde y controvertido

Este 30 de abril el artísta plástico más rebelde y polémico del impresionismo, Édouard Manet cumple 142 años de fallecido. Fue un ícono del impresionismo, aún cuando él no se veía como parte de ese movimiento y es considerado uno de los precursores de esta corriente pictórica que se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX en Francia. 

Manet es visto como un pintor revolucionario y como el último gran pintor de los viejos maestros, su obra estuvo envuelta en polémicas debido a su forma de percibir el arte, los objetos y las escenas a pintar, además se opuso a exponer con el grupo de pintores impresionistas y nunca dejó de acudir a los Salones oficiales, aunque en estos era rechazado. Ningún pintor impresionista ha sido tan discutido como Manet ya que algunos lo consideran el pintor más puro, mientras que otros piensan que fue el primer pintor moderno que liberó al arte y otros dicen que fue el pintor más contradictorio. 


Frustrado por la fría acogida de su obra, Manet viajó de Francia a España en repetidas ocasiones donde conoció la obra de Diego Velásquez y de quien se inspiró para explorar el barroco español, posteriormente convivió con el impresionista Monet con quien entablaría una amistad en la que incluso pintarían juntos a orillas del Sena. Una característica de sus piezas es que aunque a Manet también le gustaba usar colores claros, sus pinturas a menudo presentaban un toque de negro, algo poco habitual en los estilos que usaban los pintores de su época.

Su última gran obra fue Un bar en el Folies-Bergère, ésta se exhibió en el Salón de 1882, un año antes el artista recibió la Legión de Honor, un premio especial del gobierno francés y uno de los máximos reconocimientos que recibió a lo largo de su vida.

Desde 1880, le aquejaban graves problemas de salud, lo que también fue una de las razones por las que se vio obligado a recibir tratamiento en Bellevue, por lo que se mudó a una villa en la zona más tranquila de las afueras de París; en este lugar pintó un retrato de su esposa, Suzanne Leenhoff, el último de los numerosos retratos que realizó de ella. Manet murió en 1883 a causa de su enfermedad circulatoria crónic a los 51 años de edad.

Por Luisa Ortega

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